sábado, 28 de septiembre de 2013

ENSAYO

LA CRISIS EDUCATIVA EN EL PERÚ

“El maestro que intenta enseñar sin inspirar en el alumno el deseo de aprender está tratando de forjar un hierro frío”

                Después de todas las exposiciones sobre la educación en diferentes países del mundo y los estándares internacionales de evaluación en el Programa de Especialización en el Área de Comunicación que se viene llevando a cabo en la provincia de Satipo, pude hacer una síntesis abstracta de la situación de la educación en el Perú con relación a los diversos países como China, Japón, Corea del Sur, Finlandia, Singapur, Chile, entre otros.

En las pruebas PISA nos encontramos en los últimos lugares. Eso quiere decir, que los indicadores de cobertura y calidad en relación con los países de la OCDE, denota bajos niveles de aprendizaje y competencias de nuestros niños y jóvenes. La evaluación PISA del año 2009 mostró el desarrollo y el avance de las políticas educativas de los países arriba mencionados, obviamente no le fue nada bien al  Perú que se ubicó en puesto 63 en habilidad lectora y en matemáticas, mientras que en ciencias obtuvo el puesto 64 de 65 países participantes (1).

Es obvio que la crisis educativa en el Perú obedece a múltiples factores que data de décadas y que cada gobierno entrante convierte la educación en un conejillo de indias. No existe una política educativa de Estado. La UNESCO planteó hace mucho tiempo que la inversión en educación debería ser no menor al 6% del PBI en todos los países. No habló de montos absolutos, sino de un porcentaje (2) lógicamente con una inversión del 3.31 % del PBI con que actualmente cuenta el sector educación poco o nada se puede hacer para comenzar a resolver este gran problema; pero frente a esto, no podemos quedarnos con los brazos cruzados es necesario que cada docente ponga su granito de arena para empezar a salir de este profundo hoyo en el que se encuentra sumergida la educación en el Perú y que lo ha llevado a una crisis.

                Es común ver u oír a través de los medios de comunicación que la mejor educación del mundo es la de Finlandia, que los tigres del Asia avanzan a pasos agigantados o que el informe PISA 2009 presenta resultados desastrosos para los países latinoamericanos especialmente para el Perú.
                A nivel internacional existen pruebas estandarizadas para medir los aprendizajes fundamentales de los estudiantes como la SERCE (Latinoamérica), TIMSS y PISA (Mundiales). El Informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes o Informe PISA, se basa en el análisis del rendimiento de estudiantes a partir de unos exámenes mundiales que se realizan cada tres años y que tienen como fin la valoración internacional de los estudiantes. Este informe es llevado a cabo por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico), que se encarga de la realización de pruebas estandarizadas a estudiantes de 15 años. PISA aunque es considerado como un sistema "objetivo" de comparación, su formulación está sujeta a muchas críticas, por cuanto es un análisis meramente cuantitativo y no evalúa lo que se enseña sino lo que se debería enseñar, esto también ha servido un poco para “satanizar” la labor del docente y las duras críticas de los sistemas educativos de los países evaluados. Debemos tener en cuenta que una evaluación como PISA tiene un carácter eminentemente subjetivo no puede determinar o más aún juzgar la estructura educativa de un país, ya que, existen diversos factores que no tienen en cuenta como el contexto, la interculturalidad, la pobreza, la inversión del PBI de cada país, la idiosincrasia, entre otros.

                Finlandia es para muchos el país que tiene el mejor modelo educativo de nivel básico del mundo. En la prueba PISA 2000 – 2002 los niños y jóvenes finlandeses de entre 15 y 16 años de edad ocuparon el primer sitio en lectura, para 2003 refrendaron ese resultado, el cual, sumado a los excelentes resultados de ciencias y matemáticas redundaron en el mayor puntaje de la prueba.

                El sistema educativo finlandés es sencillo organizacionalmente hablando, en la cúspide de la estructura está el Ministerio de Educación que indica las directrices estratégicas del sistema, luego le sigue el consejo nacional de educación que se encarga de orientar y desarrollar el sistema desde el punto de vista técnico y curricular, así como de hacer la evaluación educativa. Los gobiernos regionales y los municipios tienen gran parte de la autoridad educativa, principalmente éstos últimos, cada municipio tiene un consejo escolar cuyos miembros se eligen en un proceso político-electoral.

                Un aspecto que llama mucho la atención es que los finlandeses están muy comprometidos con la equidad y la calidad de la educación; asimismo, se guían en la educación a través de diversos valores que no varían, aún estemos en un mundo cambiante: el valor del ser humano, la autoestima, el espíritu comunitario, la educación, el entendimiento, la riqueza de las culturas, el respeto por la naturaleza, la confianza mutua y el aprendizaje durante toda la vida.

                Por su parte, lo que caracteriza a países como Singapur, Hong Kong, Corea del Sur y Japón es que sus respectivas sociedades tienen una marcada obsesión por la eficiencia y el esfuerzo; los asiáticos tienen una actitud muy peculiar hacia el éxito y el fracaso, lo que hace que sus sistemas educativos estén construidos como una pirámide de mérito, hay mucha competencia entre los escolares, lo que los lleva a dedicar muchas horas de su día y fines de semana al estudio: la dedicación es una actitud imprescindible para el éxito.
               
                En países como en Australia y Nueva Zelanda se han llevado a cabo, desde hace veinte años o menos, reformas educativas a fondo que les han permitido tener hoy los mejores sistemas educativos básicos así como impulsar el crecimiento de sus países, educando y capacitando a sus niños y jóvenes de la mejor forma posible para enfrentar condiciones de competencias difíciles en un mundo cada vez más abierto y globalizado, haciendo a un lado las ideologías y los debates políticos. Por otro lado, en Estados Unidos, es sorprendente la diferencia entre su sistema de educación superior, altamente demandado por estudiantes extranjeros, y su sistema de educación básica mediocre.

                En las escuelas privadas subvencionadas en Chile. Antes de la década de 1950 las familias, incluso las acomodadas, ubicaban a sus hijos en escuelas públicas, ésa era la preferencia. Fue un patrón que terminó por erigir instituciones de gran nombre y prestigio, las cuales hoy día viven del recuerdo o de la nostalgia de los mismos. Las clases acomodadas prefieren, ahora, la educación privada. Sin embargo, con los adecuados mecanismos basados en incentivos y rendición de cuentas no todo lo público es malo ni todo lo privado, bueno. Este aforismo se aplica bien a la educación en todos los niveles y etapas; pero la educación privada en Chile es la preferida porque da mejores resultados. (3)

                La descentralización de la educación hacia los municipios que es parte de su política educativa de Finlandia y Suecia, o como los asiáticos que tienen una actitud obsesiva hacia el éxito y el fracaso, lo que hace que sus sistemas educativos estén construidos como una pirámide de mérito, esto permite que haya mucha competencia entre los escolares, o como los chilenos que apuntan hacia las escuelas privadas subvencionadas en el cual encuentran mejores resultados a través de estas políticas educativas. Estos países apuestan por la educación y han hecho que sus reformas educativas les funcionen; pero el Perú, tiene una realidad muy distinta a los países mencionados. Los gobiernos de turno para paliar los problemas, copian sistemas de otros países que tienen realidades totalmente diferentes a la nuestra  y eso hace que no funcione en el Perú como por ejemplo la municipalización de la educación y varios proyectos pilotos que también fracasaron, lo que se debería hacer es una verdadera reforma educativa de fondo y de forma; pero teniendo en cuenta la interculturalidad y el contexto del país.

                Los factores que hacen que la educación en el Perú esté en crisis son diversos como por ejemplo: la proliferación de institutos pedagógicos, los programas de profesionalización, los nombramientos interinos, el sueldo ínfimo que ni siquiera cubre la canasta familiar del maestro, las leyes punitivas, infraestructuras inadecuadas, niños y niñas desnutridos, hogares disfuncionales, escases de materiales educativos, escuelas unitarias y multigrados, exámenes traficados de selección de docentes, inversión mínima del Estado, especialistas y funcionarios de educación elegidos a dedo por coyuntura política, la poca preparación y actualización de los profesores y la implacable corrupción en el sector educación enraizado desde hace muchos años han sido como el cáncer que ha llevado a la educación peruana a cuidados intensivos y SOS  a la emergencia educativa.

                La crisis educativa en nuestro país se ha convertido en un tema y a la vez en un problema que tiene múltiples y diversas vertientes de estudio y por ende de explicación, posiblemente todas ellas válidas. Tal problemática puede ser dimensionada de acuerdo a su naturaleza y complejidad como estructural, por su alcance espacio-temporal como nacional e histórica, porque afecta a toda la sociedad peruana y de manera sincrónica, epistémicamente también se constituye en un problema semiótico en razón a que resulta casi imposible arribar a una concepción más o menos consensuada del término calidad.
A mi entender existen cuatro dimensiones  esenciales de la crisis educativa del Perú:
El sistema educativo
En el Perú se requiere urgente de una política educativa de estado y no de gobierno como se da actualmente, es necesario de una reforma educativa a largo plazo en un periodo no menos de veinte años como Finlandia por ejemplo. No se puede hablar de reforma de la noche a la mañana como lo intenta hacer el gobierno de turno. Otro de los factores son:
a) El crecimiento incesante de entidades educativas privadas, sobre todo las del nivel superior que no nos exime de expresar nuestra preocupación profesional por el desempeño deficitario y anárquico de las universidades de reciente creación. Bastaría sólo con indicar que resulta irracional que para un país de 28 millones de habitantes hayan 85 universidades, en tanto que para Francia con 60 millones tiene apenas 60 universidades y de mejor calidad.
b) El descuido en la formación docente, tanto en lo cuantitativo y más aún en lo cualitativo. Bajo este sistema, las instituciones educativas de carácter privado han sido intencional y literalmente convertidas en propiedad privada, por tanto sujeto a los intereses mercantilistas de sus propietarios (antes promotores). Al amparo de esta consideración no es raro observar cómo se compran las licencias de funcionamiento, se traspasen instituciones, se negocien franquicias, se seudo acreditan instituciones sin mayores méritos justificatorios, etc. Como si eso no fuera suficiente se siguen formando en especialidades tradicionales innecesarias, se desarrollan planes curriculares demasiado débiles de tal manera que hoy en día ya no se habla de educación básica sino de educación mínima, más aun si ya no hay el rigor necesario tanto en los procesos de admisión como en los de graduación.
                Si bien es importante destacar la participación creciente del sector privado en el desarrollo educativo, ésta no puede quedar al libre albedrío del voluntarismo económico y menos aún divorciada del modelo de sociedad democrática, igualitaria, solidaria, justa, inclusiva, etc. porque a este paso el sistema social se irá desequilibrando cada vez más, pudiendo incluso llegar a la fractura del orden social.
Un sindicato mermado, disminuido, que perdió la confianza de las bases por culpa de sus seudos líderes.
                Nadie podría discutir la importancia de un sindicato de maestros, por el contrario soy de la convicción que es necesario y positivo, siempre que exista una conducción coherente. Tampoco resulta inaceptable o inconveniente que todo maestro tenga una convicción y una posición ideológica o política definida, lo que sí resulta preocupante es que el color político de las personas que conducen el gremio se anteponga al servicio docente que se ofrece a los niños del país, en representación o por encargo del Estado. El sindicato de maestros de nuestro país precisamente se caracteriza por la excesiva ideologización política de dirigentes y agremiados, que es hegemonizada por algún grupo político.
                De otro lado, es evidente que, casi siempre, el ejercicio de un cargo sindical conlleva una serie de prebendas y que en el gremio magisterial tampoco es la excepción, razón por la cual se observa la presencia de dirigentes vitalicios, que muy bien podrían disipar sus energías y experiencias en otro tipo de actividades, como las de asesoría, dejando paso al surgimiento de nuevos y jóvenes líderes, que tanta falta hacen en nuestro país.
                Es vergonzoso ver la lucha por el poder  de esos seudos dirigentes de Patria Roja, CONARE, CEN y muchos más, quienes utilizan como caballitos de batalla a los docentes para sus propios beneficios. Ver docentes que entre ellos se agreden física y verbalmente, hacen desmanes, rompen a pedradas los vidrios del Ministerio de Educación como si fueran vándalos, queman llantas y son ellos quienes profesan la educación ambiental y hablan de valores, llaman inconscientes, vergüenza del magisterio a los colegas que no acataron la huelga; pero son ellos que después de dos meses sin trabajar forman colas en los bancos para cobrar sus haberes. Acaso ¿El maestro no debe educar con el ejemplo?
                Pero aun pasando por alto estas irrefutables aseveraciones, lo que más preocupa de esta evidente ideologización de la cúpula sindical es la actitud contestataria, manifestada en el constante - casi mecánico – rechazo a los cambios educativos que los respectivos gobiernos quieren implementar, pues aun antes de someterlos a un análisis serio y meditado esgrimen cualquier pretexto, como presunto argumento, para oponerse a la medida en ciernes.
                Mediocridad en la gestión.
                Tal vez uno de los problemas tan o más gravitantes en la calidad educativa, por lo menos desde mi perspectiva académico-profesional, radica en la deficiente, insuficiente y aun mediocre gestión ejercida por un gran sector – probablemente mayoritario – de los directivos de las instituciones educativas estatales y también no estatales, sobre lo cual poco se ha reparado, menos aún estudiado y por tanto no existen aún propuestas racionales y coherentes que ayuden a superar tales limitaciones.
                Pero creo que aun teniendo presupuesto suficiente, docentes capacitados y motivados, currículos pertinentes, infraestructura adecuada, etc. nada o poco de esto se podría aprovechar si es que no existe una buena capacidad de gestión; porque al gestionar, dirigir, gerenciar, o como se le quiera llamar, más que trabajar y lograr resultados con recursos tangibles, se trabaja con conductas, valores, voluntades y potencialidades porque sin ellos no es posible ningún logro y esta es precisamente la parte más compleja, cuando no difícil, en toda gestión institucional, más aun cuando tenemos acendrada la cultura de la rutina, por ende de la resistencia al cambio, de la mediocridad, de la ley del menor esfuerzo, del hacer a medias y del aprovechamiento personal, con los cuales no se puede avanzar satisfactoriamente al logro de las metas.
                Poco control de la calidad en el proceso educativo
                La teoría y la tecnología que conlleva el control de la calidad en las distintas actividades del quehacer humano se han desarrollado tan vertiginosamente en los últimos tiempos pero, lamentablemente, es muy poco lo que se ha incorporado al quehacer educativo de nuestro país, pese a que los fenómenos de la globalización, la competitividad y la modernidad así lo obligan, pero más aún por la exigencia de salir de la crisis educativa en la que nos encontramos.
                Considero que la Supervisión Educativa bien concebida, es decir debidamente planificada e implementada y técnicamente ejecutada y evaluada, podría posibilitar buenos resultados, pues con esta función se podría cautelar o verificar y retroalimentar:
·       La correcta aplicación de los planes educativos
·       El cumplimiento de la normatividad educativa vigente
·       El uso racional de los recursos asignados
·       La práctica de un clima institucional saludable y por ende favorable al proceso educativo
·       El real desempeño de los docentes en aula
·       El nivel real de logros en el aprendizaje de los alumnos
·       La correcta aplicación de los procesos y políticas educativas
·       El mejoramiento de la calidad profesional y de la autoestima de los docentes, entre otros.
                Falta mucho por avanzar hacia una auténtica reforma educativa que permita a nuestras jóvenes generaciones, no sólo adquirir conocimientos sino que desarrollen habilidades y competencias para afrontar exitosamente los desafíos del nuevo siglo. La educación es importante para un mejor crecimiento económico
y para ser más competitivos ante el nuevo escenario mundial, Así mismo, se requieren de otros elementos institucionales, económicos y sociales para lograr ser competitivos, pero por supuesto, la educación con valores, desarrollo de competencias y el aprendizaje a lo largo de toda la vida son excelentes puntos de partida.

                Hay razones suficientes para justificar el por qué la educación en el Perú está en crisis; pero no se trata de eso sino más bien de tomar conciencia como docentes, qué estamos haciendo para mejorar la educación de nuestro país. Con docentes que se resisten al cambio, que hace muchos años no se capacitan, que no innovan, que se creen dueños de sus plazas, que hacen largos periodos de huelga, queman llantas, lanzan huevos, tildan  de “amarillos” e “inconscientes” a quienes no acataron la huelga, lanzan piedras al Ministerio de Educación etc. Con esas actitudes, estimados colegas están empujando aún más al abismo a la educación peruana.

                En consecuencia, es momento del verdadero cambio, de la verdadera transformación de la educación, eso le toca al Estado, lo que nos toca a cada uno de nosotros, es estar preparados, a la vanguardia, ser críticos, estar actualizados, ser investigadores, estar  predispuestos al cambio,  solo así, cada maestro estará aportando con un grano de arena para que el Perú salga de la crisis educativa en que se encuentra.

Bibliografía

(3)    ¿Cómo es la mejor educación en el mundo? Políticas educativas y escolares en 19 países, de editorial Santillana (México, 2007), Eduardo Martínez Andere


Lic. Gustavo Hugo ANCALLE SALINAS

LA AUTOESTIMA

·         La autoestima positiva aporta un conjunto de efectos beneficiosos para nuestra salud y calidad de vida, que se manifiestan en el desarrollo de una personalidad más plena y una percepción más satisfactoria de la vida.
·         Aumenta la capacidad de afrontar y superar las dificultades personales al enfrentarnos a los problemas con una actitud de confianza personal.
·         Fomenta la capacidad de adquirir compromisos y por lo tanto de ser más responsables al no eludirlos por temor.
·         Potencia la creatividad al aumentar la confianza en nuestras propias capacidades personales.
·         Fundamenta la autonomía personal, al aumentar la confianza en nosotros mismos, tenemos más capacidad de fijar nuestras propias metas.
·         Nos permite establecer relaciones sociales más igualitarias y satisfactorias, al ser más asertivos y enfrentarnos a los conflictos con actitud positiva.
Autoestima negativa
·         Cuando la autoestima es negativa, nuestra salud se resiente porque nos falta confianza en nosotros mismos para abordar los sucesivos retos que nos presenta la vida desde una perspectiva positiva y esto hace que nuestra calidad de vida no sea todo lo óptima que pudiera serlo.
·         Al faltarnos confianza personal, disminuye nuestra capacidad para enfrentarnos a los múltiples problemas y conflictos que se nos presentan en la vida.
·         La falta de confianza hace que evitemos los compromisos y por lo tanto abordemos nuevas responsabilidades, privándonos así de una mayor riqueza en nuestras experiencias vitales, o bien cuando afrontamos nuevos compromisos nos abruman las responsabilidades, siendo nuestro umbral de resistencia al conflicto más limitado.
·         No contribuye a fomentar nuestra creatividad, puesto que no confiamos en nuestras capacidades personales.
·         Al faltarnos autoconfianza, difícilmente nos fijamos metas y aspiraciones propias por lo que somos más vulnerables a actuar de acuerdo con lo que se espera de nosotros y no de acuerdo a nuestras propias decisiones.
·         Las relaciones que establecemos con otras personas no son de igualdad, dado que nuestra falta de confianza nos impide abordar los conflictos personales desde una perspectiva igualitaria, adoptando muchas veces actitudes sumisas o bien agresivas.
·         Las relaciones que establecemos con otras personas no son de igualdad, dado que nuestra falta de confianza nos impide abordar los conflictos personales desde una perspectiva igualitaria, adoptando muchas veces actitudes sumisas o bien agresivas.
DIMENSIONES DE LA AUTOESTIMA
Si bien existe una valoración global acerca de si mismo, que puede traducirse en una percepción de ser querible, valioso y estar contento de ser como es; o por el contrario, en un sentimiento de ser poco valioso, no querible y, por lo tanto, un sentimiento negativo y de no aceptación respecto de uno mismo, existen también otras dimensiones o áreas específicas de la autoestima. Dentro de ellas, las siguientes son muy significativas en la edad escolar:
  • DIMENSIÓN FÍSICA
Se refiere en ambos sexos, al hecho de sentirse atractivo físicamente. Incluye también, en los niños, el sentirse fuerte y capaz de defenderse; y en las niñas, el sentirse armoniosa y coordinada.
Indicadores:
·         Sentirse atractivo/a físicamente
·         Sentirse fuerte y capaz de defenderse (niños).
·         Sentirse armoniosa y coordinada (niñas).
·       DIMENSIÓN SOCIAL
Incluye el sentimiento de sentirse aceptado o rechazado por los iguales y el sentimiento de pertenencia, es decir el sentirse parte de un grupo. También se relaciona con el hecho de sentirse capaz de enfrentar con éxito diferentes situaciones sociales; por ejemplo, ser capaz de tomar la iniciativa, ser capaz de relacionarse con personas del sexo opuesto y solucionar conflictos interpersonales con facilidad. Finalmente, también incluye el sentido de solidaridad.
Indicadores:
·         Sentirse aceptado o rechazado por los iguales.
·         Sentirse parte de un grupo.
·         Enfrentar con éxito diferentes situaciones sociales:
§  Ser capaz de tomar la iniciativa.
§  Ser capaz de relacionarse con personas del sexo opuesto.
§  Solucionar conflictos interpersonales con facilidad.
·         Sentirse solidario.
  • DIMENSIÓN AFECTIVA
Está muy relacionada con la anterior, pero se refiere a la autopercepción de características de personalidad, como sentirse:
·         Simpático o antipático
·         Estable o inestable
·         Valiente o temeroso
·         Tranquilo o inquieto
·         De buen o mal carácter
·         Generoso o tacaño
·         Equilibrado o desequilibrado
DIMENSIÓN ACADÉMICA
Se refiere a la autopercepción de la capacidad para enfrentar con éxito las situaciones de la vida escolar y específicamente a la capacidad de rendir bien y ajustarse a las exigencias escolares.
Incluye también la autovaloración de las capacidades intelectuales, como sentirse inteligente, creativo y constante, desde el punto de vista intelectual
·         Autopercepción de enfrentar con éxito las situaciones escolares:
·         Capacidad de rendir bien.
·         Capacidad de ajustarse a las exigencias escolares.
·         Sentirse inteligente.
·         Sentirse creativo.
·         Sentirse constante.
DIMENSIÓN ÉTICA.
Se relaciona con el hecho de sentirse una persona buena y confiable o, por el contrario, mala y poco confiable. También incluye atributos como sentirse responsable o irresponsable, trabajador o flojo. La dimensión ética depende de la forma en que el niño interioriza los valores y las normas, y de cómo se ha sentido frente a los adultos cuando las ha transgredido o ha sido sancionado. Si se ha sentido cuestionado en su identidad cuando ha actuado mal, su autoestima se verá distorsionada en el aspecto ético.

El compartir valores refuerza y mantiene la cohesión de un grupo y es muy importante en el desarrollo de la pertenencia, que es una de las variables más significativas para la valoración personal (Reasoner, 1982).
·         Sentirse una persona buena y confiable.
·         Sentirse responsable o irresponsable.
·         Interiorización de los valores y las normas:
·         Compartir valores.
·         Sentirse bien o mal cuando trasgrede las normas.
·         Sentirse bien o mal cuando es sancionado.
·         Sentirse cuestionado en su identidad cuando actúa mal.


Lic. Gustavo ANCALLE SALINAS